Esta agrupación consiguió el primer premio del COMBITA juvenil en 2019 y el tercer premio en 2018. Sus monitores son Estefanía, guitarra de Las Chimixurris, acompañada de Cristina y Gonzalo. La formación tiene ya cuatro años de vidas, y están acostumbrados a trabajar con los niños en su grupo de coros y danzas, lo que facilita el trabajo en su vertiente de murga. Su participación en los bailes regionales hace que sea más fácil el que se habitúen a los ritmos y músicas necesarios en las murgas, además de no tener miedo al escenario del López de Ayala, donde están acostumbrados a actuar. A pesar de ello, no le pierden el miedo escénico al López de Ayala, como también lo tienen los mayores. Pero tienen menos sentido del ridículo que los adultos. Tuvieron la oportunidad de viajar a Cádiz, a finales de agosto de 2018, como premio por su tercer puesto en el COMBITA de aquel año, y cumplir uno de sus sueños: cantar en el Falla. Los autores de la murga tienen en cuenta qué les preocupa, sus inquietudes, implicándoles mucho en la elaboración del repertorio. Al contrario que las murgas mayores, son muy receptivos ante las novedades, mostrando siempre mucho interés en progresar y aprender.
