Tras el descanso, Murguer Queen, que están “tan campantes”. Y es que su disfraz es justamente ese, el de grupo que disfruta de una jornada de campo. Tener a esta murga en escena es ya un triunfo para ellos, especialmente en un año como este. Primer pasodoble, a favor de la inclusión de los autistas. Terminan desplegando una banderola con mensaje inclusivo. Segundo pasodoble a la prensa que critica, a su entender de manera excesiva, a los murgueros. No, no se retiran, siguen en el concurso. Cuplés. Aparece de nuevo el satisfyer en el primero de ellos. Segundo, para Pedro Sánchez y su gobierno. Remate inocente y muy visto (“no hay pan para tanto chorizo”). El popurrí es una sucesión de situaciones que todos hemos vivido alguna vez en una jornada de campo en San Isidro. De nuevo aparece la alimentación vegana en un repertorio. Y el espontáneo, cruzando el escenario con casco de vikingo, gritando “Estefanía”.