EL SÍNDROME DE SAN FILIPPO, EN EL CARNAVAL DE BADAJOZ
Se pone en contacto con nosotros Mónica Mojonero, para contarnos la historia de su hija Sandra, que padece el Síndrome de San Filippo. Para dar visibilidad a esta enfermedad, van a participar en el desfile de Carnaval del domingo, como grupo menor que saldrá en decimoquinto lugar. Os dejamos la carta que nos hizo llegar Mónica. Suerte.
Dejad que os cuente la historia de nuestra niña, Sandra, una niña alegre y dicharachera que padece el Síndrome de San Filippo. Sandra nació en Cáceres y vivió en Almoharín hasta los 3 añitos, pues se tuvo que ir a vivir a Talavera la Real por motivos de trabajo de sus padres. En Talavera la niña es muy feliz, todo el mundo la conoce y la quiere, pues derrocha simpatía. El azar quiso que Sandra heredara dos genes defectuosos de sus papás, lo cual hizo que se manifestara esta enfermedad. Un día un médico sugirió que nuestra niña podría tener un síndrome, y así comenzó su andadura por hospitales, hasta el diagnóstico definitivo. Cuando Sandra oye la palabra San Filippo siempre dice “yo San Filippo no”, lo que nos hace gracia, pero en realidad no es nada gracioso y hay que cumplir su deseo de “San Filippo no”, su deseo y el de todos. Esta patología pertenece al grupo de las mucopolisacaridosis, concrétamente al tipo 3, enfermedad hereditaria de depósito, en la que falta una enzima que degrada sustancias toxicas, que al no ser degradadas no son eliminadas y se depositan en el organismo, siendo el órgano más afectado en el Síndrome de San Filippo el sistema nervioso central, de tal manera que estos niños van perdiendo las facultades aprendidas. Pero existe esperanza, y es que se están haciendo ensayos clínicos para dar una cura a esta enfermedad. Así se ha visto que ratones que no andaban por esta enfermedad, y administrándoles un fármaco complejo, pues se han puesto a andar de nuevo recuperando las funciones perdidas. Entonces …¿Qué necesitamos? DINERO para experimentar con seres humanos. Estas enfermedades son ultrarraras por su escasa frecuencia. Asi nacen fundaciones de esta enfermedad, como es la fundación STOP SAN FILIPPO, fundada por papás y mamás de niños con esta patología. Esta fundación, de forma altruista, ayuda a que estos niños reciban el tratamiento multidisciplinar que necesitan, tales como fisioterapeuta, logopedas…además de invertir en ensayos clínicos. No es necesario ser socio ni dar dinero para que ayuden a estos niños, pero dada su gran labor económica y apoyo moral a estas familias es fundamental apostar por ellos. Por Sandra y por todos los niños afectados, hagamos que San Filippo pare.