El sábado 11 de octubre, Badajoz volvió a vestirse de lentejuela y descaro. En el Palacio de Cristal del Hotel Río —que de cristal tiene lo justo, pero de calor humano iba sobrado, aún con las puertas abiertas— se celebró la XXX Gala Antifaz de Plata, organizada, como siempre y con más mérito que presupuesto, por la FALCAP. A las nueve de la noche no cabía un alfiler. Bueno, caber, cabían, pero con la panza recogida y el alma dispuesta para la fiesta.
El menú, digámoslo claro, fue de esos que se recuerdan más por la compañía que por el sabor.