Anoche, en el salón de actos de la Asociación de Vecinos de Santa Marina, tuvo lugar el pregón de Las Candelas de Santa Marina, pórtico del Carnaval pacense. Ángel González Benítez, fundador de la murga Los Agüitas, fue el encargado de pregonar las fiestas de Las Candelas, pregón que acompañamos en la parte inferior de esta entrada. Entre los asistentes, los concejales Fco. Javier Gutiérrez Jaramillo, Juancho Pérez, Carlos Urueña, Ricardo Cabezas, Sara Durán y el gerente de Ferias y Fiestas, Hernán García, además de antiguos compañeros de murga del pregonero y aficionados a la fiesta. Hoy, a partir de las cinco y media de la tarde,
Ángel González Benítez, fundador de Los Agüitas, pregonó anoche las Candelas de Santa Marina
desfile por la Avda. de Santa Marina hasta llegar a la Plaza de Conquistadores, donde se procederá a la quema del marimanta, degustación de hornazos y vino y muestra de percusión. El Carnaval de Badajoz 2022 ya está en marcha.
Pregón de la fiesta de Las Candelas de Santa Marina
Por: Ángel González Benítez
Buenas noches a todas las personas aquí presentes, veo muchas mascarillas conocidas, amigos, conocidos, vecinos de Santa Marina y autoridades. Veo al concejal de Ferias y Fiesta, mi amigo Guti, compañero de la murga Los Agüitas, durante varios años, y muy amante y conocedor de las ferias y fiestas de la ciudad, y conociéndole como lo conozco seguro que realizara una estupenda labor en esa concejalía
Mi agradecimiento al presentador, el cual me pedía más datos de mi biografía, pero yo no se los podía dar porque no tenía más, soy un hombre sencillo
Quiero agradecer a la Asociación de Vecinos de Santa Marina que me hayan invitado para dar este pregón, con el que dan comienzos las tan esperadas fiestas de Las Candelas de Santa Marina, que con la música de sus tambores despierta al pueblo adormecido por todo lo que está pasando, y con la luz de su fogata y el colorido de los disfraces de su desfile, ilumina el camino y nos lleva a la diversión, al disfrute y al jolgorio de nuestro Carnaval. Candelas que añorábamos después de habernos privado de ellas el año pasado debido a ese maldito bicho, ese COVID, al que también le gusta disfrazarse, mutar y cambiar para que no lo conozcamos, seguro que estos serán sus últimos carnavales
Cuando mi amigo Paco González, compañero de murga, y que también estuvo en este sitio dando el pregón en 2015, y Plácido Ramírez , se pusieron en contacto conmigo para preguntarme si estaba dispuesto a dar el pregón de Las Candelas de Santa Marina, dudé en un primer momento, les dije que tenía que pensármelo , pues me daba un poco de respeto el ponerme aquí delante, después de la suspensión del año pasado y ante la ilusión que genera esta nueva edición, no creía estar a la altura, además recordaba que los murgueros que habían pasado por esta situación eran los de la primera fila en las actuaciones, los pata negra, y yo era de los que siempre iba detrás, en la segunda fila. Pero, por un lado, pensé en el significado de las Candelas, en la ilusión y esperanza que genera esta nueva edición, en el esfuerzo que la Asociación de vecinos de Santa Marina realiza para llevar adelante la fiesta y que todo salga de maravilla; y por otro lado, oía una voz que me decía “ Como vas a decir que no, con lo enamorado que eres tú del carnaval y de la fiesta de Las Candelas, la ilusión que cada año te hace acercarte a la hoguera para ver quemar al Marimanta y escuchar el sonido de los tambores” y a esa voz no le podía decir que no, me era imposible, era la voz de mi mujer que estaba a mi lado animándome para que aceptara ser el pregonero de las Candelas este nuevo año. Además pensaba en la tranquilidad que me dan las mascarillas, no por el contagio, sino porque al no verse las expresiones, me pienso que se lo están pasando bien y eso me anima
Y aquí estoy, ¡¡valiente de mí!! pregonero de Las Candelas del Barrio de Santa Marina,, barrio, que aunque yo sea nacido y criado en San Roque, lo conozco bien, me he movido mucho por él y lo he disfrutado desde pequeño, pues estudié el bachillerato en el Instituto Zurbarán y después en la Escuela Normal de Magisterio, y sobre todo me conozco bien la distancia entre San Roque y esta barrio, pues me pateaba a diario el trayecto ( 1 km y 800 metros), he visto como ha ido cambiando, creciendo, mejorando, convirtiéndose en una de las zonas más concurridas y pujantes de la ciudad. Recuerdo el partidillo que echábamos los compis del insti en el llano que había, donde hoy están los fosos de la muralla, y que, a menudo, acababan cuando llegaba el municipal de turno. Ya de joven, y menos joven disfruté de su movida, tanto de día como de noche y madrugada, y actualmente, cuando la movida ya me es algo residual, sigo pateándolo, realizando compras en sus numerosos comercios y disfrutando de sus paseos y avenidas, y como todo jubilado que se precie mirando y controlando sus obras.
Como murguero, motivo por el que entiendo que estoy aquí, también he disfrutado mucho en este barrio, que era el barrio del Carnaval, he cantado con mi murga Los Agüitas en sus locales, bueno lo de cantar es un decir, yo me escondía detrás y hacía lo que podía; he bailado, eso sí se me daba muy bien, con la música de las comparsas por sus calles, tanto en las Candelas como en Carnaval, y he desfilado por sus calles en ese espectacular desfile de Carnaval, y en otros que surgían espontáneamente. He sido bandolero por la Plaza de Los Alféreces, Don Juan Tenorio por sus pubs, Menina por la Buhardilla, recogiéndome el vestido pues ese año llovió mucho y se me empapaban los bajos, Ilustrado por la avenida de Huelva, Soldado Húsar y chino mandarín frente a la hoguera de la Candelas, también me he hecho de Juana la Loca en algunos momentos y por último fui hombre invisible junto al ancla, casi como ahora que con la mascarilla soy un desconocido, como si no me vieran
Y qué decir de la Candelas de Santa Marina, maravilloso pórtico de este inigualable carnaval de Badajoz. Cuando se acercan estas fechas de las Candelas, siempre me traslado a mi niñez, finales de los 50 y principios de los 60, en la que me iba a casa de mis abuelos en la calle Santa Lucía y desde el balcón veía venir una multitud de personas que bajaban desde la Plaza Alta, cantando y dirigiéndose de una forma poco amigable, a un muñeco de trapo, al que llevaban sentado en una silla y levantado en volanta entre varios, lo llevaban disfrazado de distintos personajes, y dirigiéndose al Puente de Palmas lo arrojaban al río Guadiana, eran sus miedos y había que purificarlos, por entonces se llamaba la quema del judas, nombre por el que es conocido hoy en día esta fiesta en muchos lugares de Hispanoamérica. Por supuesto mi abuelo no me dejaba acompañarlos, aunque ya desde esa edad el cuerpo me lo pedía. Los que como yo son jóvenes con una cierta edad se acordarán. Y aunque esa fiesta se perdió, por suerte ha sido recuperada con enorme éxito gracias al esfuerzo de asociaciones de vecinos como esta de Santa Marina, y por eso estamos aquí
Recuerdo de mi época de murguero, que cuando ya se atisbaba la fiesta de las Candela, el cuerpo y la mente se iban transformando y preparando para lo que venía, la fiesta de las Candelas era como un despertador, un detonante, (están los trajes preparados, etc), bueno ahora cuando venía al pregón, yo soy de aguas para allá, escuchaba el sonido de los tambores de las comparsas que se preparan en el polígono del Nevero para las actuaciones e inmediatamente pensé en que tenía que ir a ensayar, y eso que hace más de diez años que ya no está la murga, eso siempre está ahí. Y era esos días de las Candelas, cuando tenía doble sensación, por un lado con la murga empezábamos con el nerviosismo de los ensayos de última hora, y en los años en los que llevábamos la actuación cogida con pinzas, nos resignábamos a escuchar los tambores desde el lugar de ensayo y olíamos el humo de la hoguera a la que simbólicamente arrojábamos todos nuestros miedos y temores de los cuales teníamos que desprendernos, echarlos fuera, pues si se quedan dentro crecen, se desarrollan, como se desprende de la frase “ si no lo digo reviento” todo eso al fuego. Por supuesto también pedíamos nuestro deseo “hacerlo bien en el concurso y ganar” hay que pedir a lo grande, pero siempre sacábamos tiempo para hacer una escapadita a la tamborada, donde coincidíamos con miembros de otras murgas y cotilleábamos sobre como iban los ensayos, los trajes ,etc. Y casi siempre terminábamos haciendo unas letras todos juntos con la música de Asturias patria querida
Por otro lado, en mi trabajo, como maestro, sentía que me quedaban unos días duros, los niños, con el sonido de los tambores y la visión de la hoguera olían ya el Carnaval, se iban transformando, su pensamiento no estaba en la escuela ni en los libros, ya veían la fiesta y los disfraces. Había que calmarlos un poquito, claro que eso me. resultaba un tanto difícil pues yo estaba más inquieto que ellos. Y algunas veces ese nerviosismo, esas ganas de aprovechar al máximo la fiesta me jugaba malas pasadas como me ocurrió en mi primer año de maestro, 1983, año había que ir al colegio el lunes de Carnaval, y el domingo con tanta música y fiesta se me hizo un poco tarde, bueno temprano; salí corriendo a casa a prepararme, una ducha rápida, y al cole, era el Lope de Vega, solo femenino. Al legar, 300 niñas en sus filas con las maestras al frente de ellas , digo maestras porque solamente éramos dos maestros y conforme iba pasando veía a las niñas mirarme y sonreír mirándose unas a otras, cuando llego junto a mis compañeras hacían lo mismo, y de pronto la directora me dice “anda Ángel ve al lavabo y límpiate bien los ojos que todavía los tienes pintados” Cosas del directo
La fiesta de las Candelas son el magnífico inicio de unos días en los que tanto el cuerpo como la mente se van cargando de energía positiva, de optimismo, de alegría para estar lo mejor posible el resto del año
Me gustaría leer, con el permiso de Placido, un párrafo escrito por él para la revista del Carnaval de Badajoz allá por 1994, y que describe perfectamente el significado de esta fiesta de las Candelas.
“Cuando suenan los primeros tambores del Marimanta de Santa Marina, se nos va encendiendo la mirada, se nos aligeran los pies y en aguardiente se transforma la garganta. La noche por momentos se hace más larga. La luna antes quieta, ahora se agiganta y poco a poco se va vistiendo de fiesta. Entre canto y sorbo vamos acortando distancia, madrugando caminos, adivinando caricias y abrigando esperanzas”
Y eso último es lo que este año la fiesta de la Candelas nos debe infundir, esperanza, y el deseo de que ese fuego purificador, nos lleve a pensar que todo va a ir mucho mejor a partir de ahora, que ese bicho, ese COVID se va a quemar en la hoguera
Y También dice “vamos acortando distancias”, este año tenemos que batir el récord de acortamiento de distancia, batir esos 1,5 metros que nos han establecido actualmente. Hay que bajarlo poder acercarnos los unos y las unas, a los otros y las otras, pues los que tenemos los brazos cortos lo tenemos crudo, no nos llegamos
Como es tradición al fuego arrojaremos los objetos del último año que queremos quemar por el significado que tiene para nosotros y que vaya mejor este año; por eso este año la hoguera tiene que ser enorme pues hay que arrojar el doble de objetos. Yo he traído alguno de los objetos que pienso arrojar a la hoguera para deshacerme de ellos, ya que se puede decir que fue mi disfraz en los dos últimos años y que lo que representan para mí se olvide y no vuelva: las dichosas zapatillas y el chándal que durante los momentos más duros del confinamiento llevaba todo el día por casa con sus paseos pasillo arriba pasillo abajo, para que no se perdiera el tipino que tanto trabajo cuesta mantener; el cd de resistiré que le mangué a la vecina, con el que, con toda su buena voluntad, me martilleaba la cabeza todo el día; por supuesto la factura de la luz que me atormenta, y para que el fuego que salga de ella nos ilumine… pero más barato, ah y una mascarilla, tengo de repuesto .
Pero si hay cosas que quemamos para olvidarlas y que todo mejore, también podemos aprovechar ese momento del fuego para recordar lo que no queremos olvidar y de lo que estamos muy satisfecho, como el trabajo realizado durante la pandemia por los sanitarios, cuerpos de seguridad y en general por todas aquellas personas que han hecho posible que esta pesadilla se vaya acabando.
Junto al fuego y tomando un poquito de pan con chorizo y un vasito de vino, habrá que recordar algunos de los episodios más sonados que ocurrieron en estos dos años y que algunos siguen coleando, aunque me imagino que las murgas darán buena cuenta de ellos y pedir que nos dejen tranquilos
- Ese rey emérito que está echo todo un Don Juan, pero un mal economista
- Ese dúo pimpinela formado por Sánchez y Casado, que si tú que si yo, a ver si terminan abrazándose de una vez
- La marcha de Messi de España, que casi paraliza el país, vaya tela, habrá que pedir que vuelva y el nuevo dueño del CD Badajoz lo fiche
- Y por supuesto, ahora que está aquí el concejal de ferias y fiestas pedirle que invite al Carnaval a un inglesito que es especialista en fiestas, Boris Jonhson, seguro que aquí estará como en casa, y quizás nos dé nuevas ideas sobre la fiesta.
Sería largo de contar todos los episodios ocurridos durante estos dos años, y que queremos mejorar, dejemos que las murgas nos lo cuenten
En esta fiesta de La Candelas animo a todos a levantar nuestro ánimo, somos un pueblo que entre sus muchas virtudes tiene la de ser alegres y saber divertirse, faceta que se nos reconoce en cualquier lugar de España. Me viene a la memoria una anécdota que nos ocurrió en Barcelona, en uno de los viajes que con la murga hacíamos para promocionar el Carnaval en sus principios. Teníamos que actuar en un programa de TV y era a una hora muy temprana, salimos del hotel sobre las 7 y media de la mañana, e íbamos por la calle de fiesta, disfrazado, y montando un poco de jaleillo, y había un trabajador del servicio de limpieza con una maguera regando la calle del hotel, y cuando nos vio me preguntó “De dónde sois”, a lo que respondí, extremeños, de Badajoz, y dijo “ya, de Badajoz, vosotros si que sabéis divertiros”, no se equivocaba
Encima este año estamos de en hora buena, el Carnaval de Badajoz ha sido nombrado Fiesta de Interés Turístico Internacional, a lo cual, seguro, ha contribuido de manera significativa esta fiesta de Las candelas, que también llevan el mismo nombramiento al estar incluida dentro del Carnaval. Este nombramiento hará que tanto las Candelas como el Carnaval tengan una mayor visualización y proyección internacional imagino que tanto las murgas como los pregoneros se tendrán que poner al día, las murgas tendrán que hacer un pasodoble y un cuplé en inglés, y el pregonero tendrá que decir su pregón con traductor simultaneo. Este año nos libramos porque las nuevas normas no han llegado a tiempo, llegaran como el Ave, “Luego ya si eso”
Para terminar, no quiero extenderme en exceso ya que no podemos estar reunidos en un recinto cerrado mucho tiempo, bueno salvo si es una discoteca o un estadio de futbol, ahí puede ir todo el mundo que quiera, ¡Qué país!, Casi mejor salimos y disfrutamos en la calle. Bueno, como decía, para terminar me gustaría invitar a todo el mundo a participar en estas fiestas de las Candelas, tan especiales esta año, preludio imprescindible de lo que seguro será magnífico Carnaval, siempre, por supuesto, con el cuidado exigido por las autoridades sanitarias y siguiendo la regla de las 6M, limpieza de manos, etc, a la que yo añadiría dos M más, la séptima sería “ a la Mierda el miedo al puñetero virus”, y la octava la de Mirar con optimismo, con alegría, siempre hacia delante, debemos hacernos un Nadal, deportista, que después de meses de lesiones y dolores llega a un gran torneo con ilusión, con optimismo, creyendo en sus posibilidades, en que ganaría a las adversidades y lo consiguió. Un futuro que seguro que después de la purificación con el fuego, el zamparnos unas hogazas de pan con chorizo, bebernos unos vinitos de la tierra, bailar un poquito con la música de los tambores y juntarnos con amigos, conocidos o desconocidos, harán que lo veamos todo mucho más claro.
Y ahora amigos, salgamos a encender el fuego,
Que las fogatas se eleven señoras de la noche,
Que las llamas bailen al son de los tambores,
Que los niños levantes sus asombradas miradas
Y que su calor nos reconforte
Corra el vino por nuestras sedientas gargantas
Que la hogaza calme nuestra hambre
Que la música nos arengue con su ritmo
Y nos empuje a la alegría y el jolgorio
Hasta que las brasas se hayan consumido
Y después de quedar adormecidos
De TODO LO MALO nos hayamos DESPRENDIDO
Muchas gracias y a disfrutar de la Fiesta de Las Candelas de Santa Marina